Hay temor y pánico entre mucha de la comunidad inmigrante de New York, debido a que se confirmó el domingo que al menos cuarenta personas fueron detenidas por autoridades federales de inmigración en New York y sus alrededores, según activistas de inmigración y fuentes oficiales.

"Estamos horrorizados y enojados por las redadas de ICE", dijo Steve Choi, director de la organización proinmigrante New York Immigration Coalition, en referencia a las siglas en inglés (ICE) de la dependencia del gobierno federal encargada de hacer cumplir las leyes de inmigración.

De acuerdo con la organización, similares acciones o redadas, según el término utilizado por los activistas y por muchos inmigrantes, se desarrollaron la semana pasada en cinco estados de la nación.

En el área de Los Ángeles ICE detuvo, por lo menos, a 150 personas, en Georgia y las Carolinas, se habría detenido a otros 200, todo esto confirmado por ICE.

"Hay un terrible sentimiento de miedo. Hoy es más palpable. Está saliendo. La gente está atemorizada", explicó el pastor Fred Morris, de la Iglesia United Methodist en Los Ángeles cuyos feligreses son en su mayoría latinos.

Sobre los detenidos en Nueva York, un vocero de ICE confirmó a NY1 Noticias que era cierto lo de los cuarenta detenidos (cifra que luego subió a 41).

Aun cuando las autoridades hablan de sus operativos, como parte de su trabajo normal y rutinario de hacer cumplir la ley de inmigración, muchos en las comunidades inmigrantes ven lo sucedido como la puesta en práctica de las nuevas políticas del gobierno Trump de endurecer su postura en relación con los indocumentados.

"Es una verguenza del ICE de poner a las comunidades inmigrantes de New York –cuatro millones- en un estado de pánico", aseguró el activista Choi.

Estos arrestos no hacen otra cosa "que romper la unidad familiar, afectar nuestra economía y corroer los lazos de confianza que unen a nuestra comunidades; todo bajo la falsa idea de seguridad pública", añadió Choi.

Según ICE, la inmensa mayoría de los detenidos son personas con antecedentes criminales, fugitivos o individuos acusados de haber ingresado de nuevo al país de forma no autorizada y por tanto de haber violado las leyes de inmigración.

El propio presidente Trump sin embargo, tomá responsabilidad por las acciones de ICE.

"La mano dura contra los criminales ilegales es básicamente el mantener mi promesa de campaña", escribió el mandatario en un mensaje en su cuenta de la red social Twitter. "Se está sacando a miembros de pandillas, vendedores de droga y otros".

 

En un supuesto memorándum de ICE que la New York Immigration Coalition dijo haber tenido acceso, se hablaría de que la operación tenía como blanco tanto individuos que han sido "condenados" y que son "miembros de pandillas", como también personas "que han violado nuestras leyes de inmigración".

En esta última categoría entran, literalmente, todos los indocumentados que ha violado de alguna manera las leyes migratorias.

El vocero de ICE, sin embargo, insistió en que además de los que tienen cargos criminales, a quienes se busca es a los que han cometido "múltiples violaciones a las leyes de inmigración" o a los que han reingresado al país luego de haber sido deportados.

La diferencia con los últimos tiempos del gobierno de Obama es que en esa época se había instituido una política en la cual se establecieron prioridades de deportación, es decir solo se deportaba o se perseguía a quienes en efecto tenían antecedentes criminales –más allá de violaciones puramente de inmigración o incluso violaciones menores a la ley.

Hoy estas prioridades habrían cambiado con el gobierno Trump.

Aun cuando quizá sea cierto que solo se busca a determinados indocumentados (aquéllos que ha cometido algún crimen) en esas operaciones de ICE, por lo general aparecen otros indocumentados. Gente que durante el último periodo de Obama no hubiese sido deportada, pero que hoy sí lo es.

Hay varios casos de éstos que se dieron durante las acciones de ICE de la semana pasada. En Los Ángeles por ejemplo, cuando ICE desarrollaba una operación buscando a otra persona, de casualidad se toparon con un tipo de nombre Manuel Mosqueda, un pintor de casas de 50 años.

Cuando los agentes se dieron cuenta que Mosquera era indocumentado se lo llevaron consigo y, de inmediato, lo pusieron en un autobús con destino a México. Fue únicamente por la invervención rápida de unos abogados que se logró parar la deportación y hoy Mosquera está en una cárcel en Los Ángeles esperando que decidan sobre su destino.

Para gente que apoya a Trump, las operaciones de ICE son necesarias ya que envían el mensaje "de que las leyes de inmigración se están haciendo cumplir de nuevo", tal lo dicho por Mark Krikorian, director ejecutivo del Center for Immigration Studies, organización que lucha porque haya más controles de inmigración.

En respuesta a las operaciones de ICE, varias organizaciones como el ACLU y el Immigrant Defense Project han elaborado videos y guias escritas sobre qué hacer ante la eventual llegada a la casa de los agentes de inmigración. Uno de esos videos es uno narrado por el famoso actor mexicano Demian Bichir.

 

Con reportes de AP.