Este martes, la Suprema Corte de la Nación debatió, por segunda vez, si el gobierno estadounidense puede detener a un inmigrante considerado para deportación por tiempo indefinido sin otorgarle una audiencia.

Como ocurrió el año pasado, el debate entre los magistrados fue intenso.

Según los demandantes, los detenidos deben tener el derecho a una audiencia después de seis meses de detención. 

El asunto quedó sin resolver en 2016, porque parece que los ocho miembros del tribunal estaban totalmente divididos.

Ahora, con un juez más en la banca, habrá seguro un desempate. 

El caso en cuestión es una demanda colectiva presentada por un grupo de inmigrantes que han permanecido detenidos por largos períodos.