Padres y profesores en el estado de Oaxaca se unieron para construir aulas provisionales que sustituyan a las que todavía siguen cerradas tras el devastador terremoto del 7 de septiembre.

La propuesta inicial era construir pequeños salones de clases con madera en 7 días, pero gracias al entusiasmo de los implicados el trabajo estuvo listo en un fin de semana.

Miembros de la comunidad escolar expresaron su entusiasmo ante los nuevos materiales empleados para la construcción: "No tiene materiales pesados que les puedan caer, ¿no? Al final de cuentas si hubiera un temblor, pues la madera es más flexible."

De acuerdo con la Secretaría de Educación, casi 3,000 escuelas resultaron dañadas en el estado de Oaxaca y 267 de ellas deberán reconstruirse en su totalidad.