Veinte y ocho años después de la sensacional victoria en Trinidad que aseguró la primera clasificación de Estados Unidos al Mundial tras 40 años de ausencia, sus ilusiones de presentarse a la cita de 2018 en Rusia se diluyeron en la misma isla caribeña.

Cuando un empate le bastaba ante el país que ocupa el puesto 99 del ranking mundial, Estados Unidos quedó sin posibilidades de disputar la Copa del Mundo de Rusia al perder el martes 2-1 frente a Trinidad y Tobago en la última fecha de las eliminatorias de la CONCACAF.

Será la primera vez en tres décadas que Estados Unidos estará ausente de la máxima cita del fútbol, tras disputar los siete últimos mundiales.

“Le fallamos a todo un país”, dijo el zaguero Omar González, cuyo autogol a los 17 minutos puso en marcha la debacle.

Alvin Jones aumentó la diferencia a los 37 minutos, y Estados Unidos fue incapaz de recuperarse. Christian Pulisic, el joven sensación del fútbol estadounidense, descontó a los 47, pero no consiguieron anotar un gol más para sobrevivir.

El portero Adrian Foncette le tapó goles a Clint Dempsey y Pulisic, y Dempsey también estrelló un balón en un poste.

“Sería poco decir que estamos desilusionados”, zanjó el portero estadounidense Tim Howard.

Allá por 1989, Trinidad necesitaba solo un empate para clasificarse a su primer Mundial, pero un gol de Paul Caligiuri a los 30 minutos clasificó a Estados Unidos al torneo por primera vez desde 1950.

Aquel partido fue en Estadio Nacional en Puerto España. Trinidad, ya eliminada en esta ocasión, eligió disputar el encuentro en el estadio Ato Boldon, en el que había apenas unos cientos de aficionados en las gradas.

Estados Unidos arrancó la eliminatoria a los tumbos y terminó peor. Las derrotas de local ante México y Costa Rica en noviembre provocaron el despido de su técnico alemán Jurgen Klinsmann y el regreso de Bruce Arena al banquillo. Arena fue el timonel que les condujo a los cuartos de final en Corea-Japón 2002.

Para clasificarse, Estados Unidos dependía de sí mismo. Solo tenían que empatar en Trinidad, un equipo que sufrió seis derrotas en el hexagonal final de la CONCACAF.

Pero el revés, combinado a los triunfos de Honduras por 3-2 ante México y de Panamá por 2-1 sobre Costa Rica, bajó a Estados Unidos del tercer al quinto puesto.

México, Costa Rica y Panamá lograron los tres boletos directos de la región, mientras que Honduras disputará un repechaje contra Australia.

“Esto es una mancha para nosotros”, señaló Arena. “No deberíamos quedarnos en casa para este Mundial, y yo me responsabilizo por eso”.

Perderse el Mundial es un golpe tremendo para la federación estadounidense de fútbol, que ha gestado el crecimiento en la popularidad del deporte con la ayuda de patrocinadores y sus socios de la televisión.

“Siempre que sufres un traspié, tienes que analizar las cosas, reevaluarlas, y mejorar”, indicó Howard, que con 38 años probablemente no tenga otra oportunidad para jugar un Mundial. “Tenemos que mejorar como programa. Este hexagonal lo demostró. Hay buenos equipos en la región, y tenemos mucho trabajo por delante”.

El presidente de la federación, Sunil Gulati, señaló que el resultado parecía un espejismo. Agregó que el miércoles comenzarán el proceso de evaluación.

“Es una gran desilusión para todos, para los jugadores, para el personal, los entrenadores, para la federación”, señaló. “Obviamente es inaceptable. En cierto sentido, mañana empezamos a pensar en 2022”.