Miles de personas abandonaron sus hogares hace casi una semana, huyendo con miedo de los incendios forestales. Ahora algunas decenas quieren volver pese a que el fuego sigue ardiendo poderosamente en partes del norte del estado, ansiosos por regresar a sus hogares porque no están bajo amenaza inmediata. Otros quieren ver si todavía tienen casas a las cuales regresar. 

Sin embargo, las autoridades recomiendan mantener la cautela ante los incendios que han matado al menos a 40 personas y destruido al menos 5.700 viviendas. 

"Estamos colgando de alfileres y agujas", dijo el sábado Travis Oglesby, quien abandonó su casa en Santa Rosa. "Hemos oído hablar de saqueos". 

Aunque algunos evacuados estaban regresando a sus hogares en el condado de Mendocino, los cálculos más recientes eran que alrededor de 100.000 personas estaban bajo órdenes de desalojar la zona mientras los incendios ardían por sexto día.

Había planes para reabrir algunas comunidades, pero no estaban listos para ser puestos en marcha, dijo Dave Teter, subdirector del Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California. 

Douglas y Marian Taylor se quedaron afuera de su complejo de apartamentos el sábado en Santa Rosa con sus dos perros y un letrero en el que demandaban: "Fin de la evacuación, ahora". 

Su edificio, en el borde de la zona de evacuación, no sufrió daños. Había una barricada policial al otro lado de la calle. La pareja dijo que están gastando alrededor de 300 dólares al día por quedarse en un motel y comer fuera. Dijeron que quieren regresar porque el fuego no parece amenazar su hogar. 

Casi una semana después del inicio de los incendios, estos han dejado 40 muertos y al menos 5.700 casas y negocios destruidos. Estas estadísticas convierten a estos incendios en conjunto en los más mortíferos y destructivos en la historia de California. 

Unas 300 personas continúan desaparecidas, aunque las autoridades consideran que localizarán a la mayoría con vida.

Los incendios se propagaron con rapidez el sábado hacia bodegas y la localidad histórica de Sonoma y amenazaban con arruinar los pocos avances de los bomberos frente a los diversos infiernos que se extienden en una franja de 160 kilómetros (100 millas) por el norte del estado, donde cientos de personas más abandonaron sus hogares. 

Atizados por los vientos fuertes, los incendios dañaron o destruyeron diversos inmuebles en medio de la noche antes de que cuadrillas detuvieran el avance de las llamas a orillas de Sonoma, donde los bomberos han cavado brechas desde hace días para impedir que el fuego llegue a la histórica plaza central de la ciudad, construida hace siglos cuando la zona estaba bajo dominio español.