Un grupo de personas beneficiarias de DACA, de Nueva York y de Wisconsin se manifestaron contra la situación en la que se encuentran los soñadores en este momento.

Una de las manifestaciones llegó al Hotel Hilton en Midtown, donde en contraba del líder de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, quien participaba en una cena benéfica organizada anualmente por la arquidiócesis de Nueva York.

La multitud mostró su enojo contra Ryan, quién según los manifestantes, se ha negado a reunirse con jóvenes hispanos. Este sentimiento se incrementó, este jueves, que el congresista republicano había sido invitado por el cardenal Timothy Dolan, a la cena de recaudación de fondos para 'apoyar' a niños necesitados. 

Los manifestante le exigieron a Ryan que apoye el proyecto bipartidista que fue presentado el pasado mes de julio, el cual le daría ciudadanía a beneficiarios del proyecto de accion diferida, a los del TPS; al igual que a quienes se hayan graduado de escuelas superiores y hayan ido a universidades en Estados Unidos y a quienes estén trabajando aquí ó sean parte de las fuerzas armadas. 

Entre tanto, en Staten Island, activistas de Make the Road recogieron firmas para pedirle también al congresista, Daniel Donovan, que apoye dicho proyecto del Dream Act.

Una de las participantes explicó por qué lo hacía: "Mis padres trabajan muchas horas y nomás ganan lo suficienrte para pagar la renta, para la comida y la ropa. Y yo ayudo con lo que también yo y mis hermanos necesitamos".

Pero el congresista Donovan dijo en declaraciones escritas que el sistema de inmigración está ''quebrado" y  que para mejorar los problemas, lo primero que se debe hacer es ''asegurar la frontera''.

Sin embargo, frente a sus oficinas hubo quienes sí apoyaron a los activistas que recogían firmas con las que querían demostrarle a Donavan el apoyo al Dream Act.

"Me gustaría que de verdad pensaran en el beneficio que hacen las personas que tienen el DACA, que por favor se pudieran la mano en la conciecia", señalo otra entrevistada.

Pero en medio de estos dimes y diretes, los activistas dicen que no se darán por vencidos.