"Fue difícil de pensar mi niña va a crecer sin su papi", María de Jesús Mena apenas tenía unos días de haberse enterado que estaba embarazada, cuando su esposo, Ángel Celestino, murió en el accidente del vuelo 587 en 2001.

Ahora su hija, Angelina, tiene 15 años de edad y respondió a nuestra pregunta de si le hubiera gustado conocer a su papá: "Claro, sí, vi los videos, como él hablaba, como él era con la gente, yo creo que yo salí mucho como él".

Al acercarse el décimo sexto aniversario de la tragedia, de Jesús Mena y sus tres hijos se preparan para ir a Queens, a la ceremonia de recordación de las víctimas del accidente el próximo 12 de noviembre, a honrar la memoria de su esposo y padre.

Un día que ha marcado a toda su familia para siempre, nos dice María: "Fue muy difícil aceptar la realidad, muy difícil, y de ahí en adelante, nada, toda mi vida cambió".

Este fue el segundo peor accidente aéreo en la historia de los Estados Unidos.

El vuelo 587 de American Airlines con destino hacia la República Dominicana, se estrelló en en el vecindario de Belle Harbor. En el saldo del accidente: 260 personas abordo y 5 personas en tierra murieron.

María De Jesús añade: "Antes de irnos al aeropuerto él me vio un poquito triste y él me dice: 'No te preocupes, que yo me voy físicamente pero mi espíritu se queda contigo'.  Y esas son cosas que después que pasan este tipo de tragedia, uno dice será que él presintió algo?"

La viudad también nos dijo que, cada vez que ve en las noticias que ha ocurrido un accidente aéreo, se abren sus heridas y revive su dolor: "Inmediatamente, mi mente y mi corazón va con estos familiares porque ya yo sé lo que ellos están sintiendo".  

Angeline, quien ya cursa la secundaria ha heredado la vena artística de su padre, está aprendiendo a tocar el violín. Ellos nos dicen que su padre Ángel cantaba y quería hacerlo profesionalmente.

"Por eso, cuando yo era chiquita, yo siempre estaba cantando", apunta Angeline.