Un juez de Brooklyn dictaminó que ahora la policía tendrá que obtener una orden de registro para rastrear los teléfonos celulares de sospechosos criminales. 

Los registros se hacen a través de un dispositivo llamado StingRay que se asemeja a las torres de teléfonos celulares, recolecta datos de dispositivos cercanos.

Algunos son capaces de interceptar comunicaciones como llamadas telefónicas y mensajes de texto. 

Esta decisión se produce mientras que el juez dictaminó que el NYPD investigó indebidamente a un sospechoso de intento de asesinato el año pasado, usando esta táctica sin una orden judicial.

Un informe de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York del año pasado mostró que entre 2008 y 2015 el Departamento usó los Stingrays en más de mil ocasiones. 

Los aparatos fueron usados mayormente para delitos serios entre los que se incluyen violaciones, asesinatos, disparos y robos; pero a veces, también para delitos menores.

Defensores de los derechos civiles dicen que el fallo obligará a la policía y a los fiscales a cumplir con un estándar más alto cuando rastreen teléfonos celulares.