Autoridades federales anunciaron la detención de 267 sospechosos de ser pandilleros de la Mara Salvatrucha en El Salvador y Estados Unidos.
Denominada 'Operación Raging Bull" (Toro Furioso) la operación policial buscaba debilitar la estructura internacional de la banda y sus fuentes de financiación.
En una primera fase, se arrestaron a 53 pandilleros en El Salvador, tras una investigación de 18 meses.
La parte que se llevó a cabo en Estados Unidos terminó con la detención de otros 214 sospechosos de ser pandilleros, 93 por haber cometido algún crimen, entre los que se incluye asesinato, robo, narcotráfico o asalto.
El resto fueron apresados por haber cometido alguna falta administrativa al haber infringido normas del sistema migratorio.
La mayoría de detenidos son salvadoreños, hondureños, mexicanos y guatemaltecos.
Organizaciones por la defensa de los derechos civiles de los inmigrantes critican este tipo de redadas al considerar que las detenciones se llevan a cabo sin pruebas suficientes.