A tres meses de que la inmigrante indocumentada, Amanda Morales, haya desafiado una orden de deportación tras buscar refugio en la iglesia Santa Cruz de Washington Heigths, un grupo de líderes religiosos, comunitarios y políticos, le pidieron al gobierno federal que le permita quedarse en el país.

Tras la conferencia de prensa, pudimos captar, en exclusiva, cómo la comunidad oraba con ella buscando darle fuerzas para que siga en su lucha. Algunos criticaron al gobierno federal.

El concejal Ydanis Rodríguez, comentó: "El presidente Donald Trump que no le da la oportunidad a una madre trabajadora que vio a sus tres hijos nacer y crecer en Long Island, dos bellas niñas estudiando que pueden ser los próximos presidentes".

Por su parte, el concejal por Brooklyn, Carlos Menchaca, añadió: "Estamos aquí con ustedes, no están solas estamos aquí como neoyorquinos y esperamos un día que pueda salir de estas puertas con seguridad". 

A la voz de los concejales Rodríguez y Menchaca se unieron otros, como la presidenta del Concejo, Melisa Mark-Viverito, y el congresista, Adriano Espaillat, quien cuestionó la doble vara de la administración Trump: cuando dice que lucha en contra de pandillas como la Mara Salvatrucha, pero quiere deportar a Amanda. 

"Hay una contradicción de un gobierno que dice que va a perseguir a una pandilla pero que a la misma vez quiere deportar a una madre con sus hijos a un territorio que esta bajo violencia, bajo el control de esa misma pandilla'', apuntó Espaillat.

Amanda está practicamente todo el día dentro de su cuarto, cerca del altar con su pequeño de tres años que cuando logra salir, se pone su mochila.

Es como si estuviera listo para salir al aire libre y respirar la libertad que tuvo un día y que quisiera recuperar. 

Mientras tanto, los abogados de Amanda batallan contra la orden de deportación que inicialmente se le dio a ella en Texas en el 2004. 

Amanda asegura que no se enteró hasta el 2011 tras un accidente de autos. Desde entonces, se reportaba cada año ante ICE y no fue hasta este año bajo el mandato de Trump que ordenaron su deportación.