Después de 17 años en este país, la mexicana Florencia García se decidió a tomar clases de inglés. 

Dice que no lo hizo antes...

"Porque tenía vergüenza, tenía miedo a no poder aprender".

Unas dos mil personas como García se matriculan cada año en las clases de inglés ofrecidas por la red de bibliotecas de Queens. 

"Quiero yo misma comunicarme con los maestros de mis hijos, con los doctores cuando yo voy a un 'appointment', ya no quiero seguir necesitando de un intérprete", añadió García.

Estas clases se imparten a través del Programa de Nuevos Americanos, iniciativa que este año cumple cuarenta años. 

Algunos de los profesores conocen de primera mano la realidad de sus estudiantes. 

"Yo tengo que acordarme de lo que yo viví cuando vine, a pesar de que yo sabía hablar inglés, pero adaptarse aquí a la comida, las regulaciones, todo es nuevo", explicó Marco Castillo, coordinador de programas ESOL.

Además de estás clases, el programa ofrece otros servicios también gratuitos, como seminarios de ciudadanía, consejo legal de inmigración y programas de arte y cultura. 

Las bibliotecas se han convertido en centros comunitarios, dice Fred Gitner, subdirector de esta iniciativa que comenzó hace cuatro décadas con el objetivo de servir a las comunidades hispana, griega y china. 

Esta misión ha crecido exponencialmente con el tiempo. 

Para obtener información puede visitar la página web de la Biblioteca de Queens o acudir a cualquiera de sus sucursales. 

La red pública de Queens cuenta con 62 bibliotecas repartidas por todo el condado. 

Sus puertas están abiertas a todos los neoyorquinos sin importar su estatus migratorio.