Un jurado declaró inocente el jueves al inmigrante indocumentado mexicano acusado en San Francisco en la muerte de una mujer y cuyo caso fue utilizado por el presidente Trump en su campaña presidencial para llamar por políticas migratorias más drásticas y para demandar la construcción del muro.

José Inés García Zárate había sido deportado cinco veces y era buscado para una sexta deportación cuando se vio envuelto en los hechos que llevaron a la muerte de la estadounidense Kate Steinle, quien recibió un balazo en la espalda cuando caminaba con su padre en un muelle de San Francisco.

La muerte de Stein se dio durante la primaria presidencial y dio pie a un intenso debate sobre las políticas de inmigración del país.

El caso puso en el ojo del huracán a San Francisco debido a que es una de las llamadas “ciudades santuario”, en las que la policía no coopera con las autoridades de inmigración o ICE.

“Desde el primer día este caso fue usado como un medio para fomentar el odio, para fomentar la división y para fomentar un programa de deportación masiva. Fue usado para catapultar una presidencia junto con una filosofía de odio hacia otros”, dijo el abogado defensor Francisco Ugarte.

“Pienso que hoy es un día de reinvindicación para el resto de inmigrantes”, añadió Ugarte.

En el juicio se demostró que el indocumentado disparó pero que fue un accidente. Aparentemente había encontrado un objeto que era una arma de fuego y que se disparó cuando él lo recogió. La bala además, rebotó en el pavimento y de ahí saltó hacia el cuerpo de Stein.

El presidente Trump dijo durante la campaña que por casos como el de García Zárate era necesario construir el muro en la frontera con México. Y que también había que penalizar a las ciudades santuario.