La reconstrucción económica de Puerto Rico fue el tema principal en una audiencia este lunes, de la Junta de Supervisión Fiscal de la isla.

“Esto es más política que nada. Mientras no se tomen en serio las propuestas o las solicitudes que está haciendo el pueblo de Puerto Rico seguiremos estancados en el mismo lugar”, dijo Gerson Guzman, presidente de la Unión General de Trabajadores, sección 1199 SEIU.

En el evento, realizado en el Bajo Manhattan, la junta escuchó las recomendaciones del sector empresarial, sindicatos y otras organizaciones. Y es que está en sus manos la elaboración del plan fiscal fiscal de la isla que debe estar listo para febrero de 2018. 

“Yo creo que es muy importante este tipo de intercambio. Yo creo que está claro que tenemos que salvar los empleos en la manufactura, tenemos que buscar nuevas formas de ser competitivos, tenemos que desarrollar el turismo fuertemente, necesitamos desarrollar 'private jobs' en la economía”, explicó Federico Esturbe uno de los que intervino en la audiencia.

Algunos grupos temen que el nuevo paquete fiscal incluya reducciones de salarios, y recortes de beneficios para las familias trabajadoras en la isla que ya han sido afectadas por la devastación del huracán María. 

“Parte de nuestra preocupación es que si no cambiamos la junta las políticas que ellos están estableciendo no van a cambiar, pero sí entendemos que mantener el puño en la cara y que ellos sepan que estamos aquí y que las uniones están aquí y las comunidades están aquí, es parte importante que el público se de cuenta del efecto que están teniendo en Puerto Rico”, dijo por su parte Julio López Varona, director de la organización Make The Road Connecticut.

Este martes el panel efectuará otra audiencia pública donde se someterán a votación ciertas medidas del plan fiscal. 

Y ante la posibilidad de ese voto, más ansiedad por parte de los manifestantes debido al éxodo de miles de puertorriqueños de la isla... y las dudas de si la junta ayudará o no a garantizar el sustento de las familias que aún permanecen en Puerto Rico.