Es para algunos turistas una de las maneras más cómodas de conocer la ciudad. Sentado a bordo de un autobús de dos pisos que recorre la Gran Manzana deteniéndose en los lugares importantes.

Una visitante comentó al respecto: "Porque automáticamente la historia de cada lugar yo no la sabía y ellos nos la iban diciendo en distintos idiomas".

Pero estos autobuses turísticos estarían operando sin estar sujetos a las leyes de tránsito estatales que otras compañías sí tienen que respetar. 

Un estudio realizado por el senador estatal, Brad Hoylman, revela que vacíos legales permitieron que su flota se triplique en la última década en Nueva York.

Sus choferes no están obligados a someterse a los mismos exámenes médicos que los de otras compañías. Además, no tienen que revelar la identidad de sus empleados ni mantienen récords de accidentes de tráfico. Tampoco tienen prohibido emplear a conductores con historial de abuso sexual o de alcoholismo y el costo del pasaje no está regulado.

En la calle opinan que esta situación puede ser peligrosa: "Deberían porque es un peligro, tú nunca sabes si hay un loco de esos ahí que puede hacer una maldad". Alguien más añadió: "Van a tener un caso grande cuando alguien tiene una lesión grande o alguien se muere van a terminar todo eso y van a cambiar todas las regulaciones".

El mes pasado, tres personas resultaron heridas cuando un bus de la compañía Top View Sightseeing se estrelló contra un camión en el distrito de Broadway. Y es desde 2014 que ha habido decenas de heridos en accidentes similares.

El informe presenta un proyecto de ley para regular a esta industria. Le daría el poder al Departamento de Transporte de revocar el permiso a las compañías con faltas repetitivas además de obligarles a contratar un seguro de cobertura de hasta medio millon de dolares. 

Esta propuesta de ley podría someterse a votación en el Senado de Albany tan pronto como en enero del próximo año.