Eran las 4:10 de la mañana del 5 de diciembre cuando una unidad especializada de la policía acudió al 230 de la avenida Brook en El Bronx. 

Los oficiales que realizaban un cateo no estaban obligados a solicitar acceso al apartamento donde sospechaban que encontrarían drogas y armas de fuego. Así que derrumbaron la puerta, despertando a Natalio Conde de 92 años y su cuñado, Mario Sanabria.

El propio Natalio Conde comenta: "Tenía miedo, creía que eran joloperos".

En la versión de los uniformados, de la parte trasera del apartamento salió a su encuentro Sanabria, un hombre hondureño de 69 años, que recibió un disparo en el pecho y, posteriormente, fue declarado sin vida en el hospital Lincoln. La familia ahora planea demandar a la ciudad.

"Lo primero que yo recuerdo es cuando un hombre se lo traía del collar. En unos segundos yo oí cuando el cuñado mío dijo: ¿qué pasa? Y escuché un disparo", detalla Conde.

Según la policía, el hoy occiso llevaba en la mano un machete de 60 centímetros de longitud y se negó a tirarlo al piso. La familia rechaza lo que declararon los policías, quienes no vestían los uniformes tradicionales del NYPD.

Natalio Conde continúa explicando: "Mentira. No es cierto. Él nunca vio ese machete. Para cubrir eso han puesto ese machete que lo encontraron después. Yo no lo vi tampoco cuando lo encontraron ni cuando lo enseñaron ni nada".

Los oficiales no portaban tasers o armas de descarga eléctrica ni cámaras corporales. La Policia ha ordenado una investigación interna y la Fiscalía del Bronx una más sobre el incidente.