El hombre que se robó un autobús de la empresa Greyhound y lo condujo por diferentes calles de la ciudad, aceptó un acuerdo con la Fiscalía que lo obliga a internarse en un centro de salud mental en lugar de ir a prisión.

Darius McCollum fue instruido de cargos por suplantación de identidad y latrocinio.

El incidente ocurrió en 2015.

El sujeto, de 52 años, dice que sufre de síndrome de Asperger, lo que causa su obsesión con los buses y trenes.

McCollum ha sido arrestado más de 30 veces en los últimos 30 años por hacerse passar por empleados de transporte.