La lucha por derechos laborales de los sesenta mil trabjadores de restaurantes de comida rápida en Nueva York dio un importante paso este miércoles. 

Es un movimiento con poder, dice el contralor Scott Stringer, y va a crecer aún más. 

La organización sin fines de lucro "Fast Food Justice" se ha registrado bajo una nueva ley municipal ahora en vigor que le permite funciones similares a las de un sindicato.

"Tiempo atrás uno... te hacían algo y te ibas a la casa... ¿'a quién le hablo'? porque no tengo dónde'. Y esa organización es lo mejor que han puesto", dijo Violeta Luis, empleada de McDonald's

Los empleados de restaurantes de comida rápida pueden ahora pedir a la empresa donde trabajan que deduzca mensualmente de su cheque trece dólares y cincuenta centavos para financiar la organización. Ya son mil doscientos trabajadores que lo han solicitado. 

Además, la ley obliga también a informar a los empleados de sus horarios con más anticipación. 

"Hay muchos empleadores que aunque ya están las leyes no las quieren cumplir", dijo José Sánchez, empleado de Domino's Pizza.

La implementación de estas medidas corre a cargo del Departamento de Asuntos del Consumidor. 

"Hemos encontrado negocios que dicen: 'nos encanta esto porque necesitamos algo más de estructura'. Los managers están respondiendo bien. Negocios que nos decían 'nosotros hacemos eso y más, o sea, tenemos más protecciones todavía, así que no nos afecta en nada'", dijo Lorelei Salas comisionada del Departamento de Asuntos del Consumidor.

2017 terminó con una subida de sueldo para estos trabajadores que ya ganan 13 dólares cincuenta centavos.

El año que viene serán 15.

La Asociación Nacional de Restaurantes ha demandado a la ciudad por considerar anticonstitucional la deducción de la cuota. 

No contestaron nuestros pedidos para realizar una entrevista.