El dueño de una bodega en Borough Park ha acogido a personas indigentes durante los últimos 14 años.

Cándido Arcángel, no solo vende sopas instantaneas, sándwiches de huevo y alimentos enlatados en su bodega en Brooklyn. 

De noche, su negocio se transforma en un refugio para los desamparados, dándoles alojamiento gratuito en el sótano. 

Ahí hay luz, un sartén eléctrico para cocinar y un televisor.

Cuando Arcángel ve en la calle a una persona sin techo, él los invita a dormir a su bodega, pese a no tener permiso de la ciudad: "Tengo varios de ellos que yo los veo en las calles y yo les digo 'yo los voy a ayudar a ustedes muchachos, no quiero que estén en la calle, que estén con ese frío, la temperatura bajo cero'. La temperatura bajo cero, a diez, a 20 grados ¿Y yo sin ayudarlos? Yo tengo que ayudarlos a todos. O sea, con lo que yo pueda, no con todo un dineral, y lo voy voy a seguir haciendo".

Debido a que su refugio no es oficial, Arcángel pidió no entregar la ubicación exacta o el nombre de la bodega que utiliza como albergue para los indigentes.

Según la coalición de las personas sin hogar, en Nueva York hay unas 62,000 personas viviendo en las calles.