La directora de comunicaciones de la Casa Blanca, Hope Hicks, una de las colaboradoras más leales al presidente Donald Trump, ha presentado su renuncia.

La salida de una de las asesoras más antiguas del presidente Trump, quien trabajó en el equipo de comunicaciones durante la campaña que lo llevó a la Casa Blanca, tomó por sorpresa a gran parte de la Casa Blanca y ensombreció al Ala Oeste de la residencia presidencial en un momento complicado. 

El anuncio se hizo un día después que Hicks fue entrevistada durante nueve horas por la comisión legislativa que investiga la intromisión rusa en los comicios de 2016 y los contactos entre el equipo de campaña de Trump y Rusia. 

En un comunicado, el presidente elogió a Hicks por su trabajo en los últimos tres años y dijo que "extrañaré tenerla a mi lado". 

Hicks, que ocupaba el escritorio más cercano a la Oficina Oval en la Ala Oeste, ha sido una pieza central o testigo en casi cada acontecimiento o controversia de la campaña presidencial de Trump y de su gobierno. Comenzó su carrera en la Casa Blanca como directora de comunicaciones estratégicas, un puesto que solo captó una parte de su papel más amplio como la guardiana del presidente ante los medios de comunicación. 

Hicks admitió ante la comisión de inteligencia de la Cámara de Representantes el martes que ocasionalmente dijo "mentiras blancas" a favor de Trump. Pero afirmó que no mintió sobre nada relevante para la pesquisa rusa. 

También fue interrogada por el equipo del fiscal especial Robert Mueller sobre su papel en la elaboración del comunicado acerca de la reunión en 2016 entre el hijo mayor del mandatario, Donald Trump Jr., y ciudadanos rusos. 

La renuncia de Hicks deja un vacío en el equipo de comunicaciones de la Casa Blanca y en las filas de colaboradores de confianza del presidente. El anuncio se produjo un día después de uno similar sobre la inminente salida del subdirector de comunicaciones Josh Raffel, y pocos días después que la acreditación de seguridad de Jared Kushner, yerno del mandatario y uno de los principales colaboradores de la Casa Blanca, fuera degradada, lo que restringirá su acceso a información clasificada.