El mismo día en que miles de estudiantes marcharon contra la violencia armada, la Cámara Baja aprobó una nueva legislación para la seguridad escolar.

En Nueva York, durante la protesta participaron más de 100,000 jóvenes.

Los estudiantes organizaron esta manifestación como respuesta a la masacre en Florida.

Abandonaron sus clases por 17 minutos, un minuto por cada persona asesinada, y exigieron a los legisladores que tomen medidas para mejorar el control de armas.

Una participante expresó: "A mí no me gusta la idea de estar en clase y estar buscando lugares donde esconderme por si acaso alguien viene aquí. Esto no es algo que un estudiante deba de hacer. Yo tengo que estar ahí para enfocarme en estudiar. Y, lamentablemente, es algo que tengo que hacer y no solamente yo, pero hasta niños pequeños, eso es intolerable".

El proyecto de ley aprobado por la Cámara de Representantes otorga más recursos para mejorar la seguridad escolar y para implementar medidas preventivas, como líneas telefónicas para alertar a las autoridades sobre comportamientos sospechosos y detectores de metales.

La propuesta, sin embargo, no aborda el control de la venta de armas de fuego.