Las autoridades sanitarias de Estados Unidos pidieron el viernes a los consumidores que se deshagan de cualquier lechuga romana adquirida en tienda que puedan tener en casa, y advirtieron a los restaurantes que no sirvan el producto por temor a un brote de E. coli que ya afectó a más de 50 personas en varios estados.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés) ampliaron su aviso a la lechuga contaminada procedente de Arizona, señalando que la información sobre nuevos casos llevó a emitir una advertencia sobre la cultivada en la ciudad de Yuma. Las autoridades no han encontrado aún el origen de los vegetales contaminados. 

En su advertencia anterior, los CDC alertaron sobre la lechuga romana ya picada que se vendía por separado o mezclada con otras verduras para ensañadas, pero la alerta afecta ahora también a los corazones y cabezas de la lechuga. 

Varias personas en un centro penitenciario de Alaska enfermaron recientemente tras ingerir cabezas enteras de lechuga cultivadas en la región de Yuma, según los CDC. 

Por el momento, el brote ha afectado a 53 personas en 16 estados. Al menos 31 de ellas fueron hospitalizadas, incluyendo cinco por fallos renales. Por el momento no se han reportado decesos. 

Los síntomas de la infección por E. coli incluyen diarrea, calambres abdominales severos y vómitos. 

El nuevo aviso de los CDC pidió a los consumidores en todo el país que no compren ni consuman lechuga comprada en una tienda o restaurante a menos que puedan confirmar que no procede de Yuma. Además, deberían tirar toda la que tengan en casa a menos que sepan que no se cultivó en esa zona.

La lechuga cultivada en la costa y el centro de California, en Florida y en el centro de México no está en riesgo, según la Produce Marketing Association.