Elías Rojas dice que haber sido despedido de la panadería Tom Cat, en la que llevaba trabajando más de 12 años, desestabilizó su vida. 

"Me sentí triste, era el único trabajo que tenía, con todo el tiempo que trabaje allí, tenía un salario bueno", dijo Rojas.

Rojas es uno de los varios inmigrantes que el año pasado perdieron su empleo por no poder presentar documentos de permiso de trabajo en el país. 

Según los directivos de Tom Cat, la empresa tuvo que exigir los documentos después de que el departamento de seguridad nacional, bajo las leyes migratorias del presidente Donald Trump, hiciera una auditoria en la fábrica. 

"Es una noticia muy dura, que le digan a uno de momento otro que va a perder su trabajo", agregó otro trabajador.  

El despido motivo la protesta “Un día sin pan”, que este sábado cumplió su primer aniversario. 

Los trabajadores despedidos y grupos activistas conmemoraron el día de la manifestación con una campaña para pedir a los consumidores y restaurantes que no compren los productos de Tom Cat Bakery. 

Con el boicot buscan que la empresa defienda a los inmigrantes que todavía trabajan allí y que indemnice a las personas que perdieron sus empleos.

"Nosotros venimos a protestar porque tenemos una lucha de la 'bakery' que no nos quiere dar la cara el dueño. Por eso estamos aqui mirando  los restaurantes para que ellos nos ayuden", agregó Rojas.

Los trabajadores y sus aliados en la comunidad dicen que comenzaron el boicot contra Tom Cat Bakery en agosto y que no van a parar hasta que se escuchen sus demandas. Hasta ahora cuatro grupos de restaurantes han terminado sus contratos con la panadería.