Un sacerdote católico que había sido reportado como desaparecido fue hallado muerto, informaron las autoridades el jueves.

Los fiscales del estado de Morelos, en el centro de México, indicaron que un familiar identificó el cuerpo del padre Moisés Fabila Reyes, de 83 años. La Arquidiócesis de México confirmó su muerte y dijo que había ejercido su ministerio en la Basílica de Guadalupe, el recinto católico más importante del país. 

La causa de la muerte parece ser un ataque cardiaco. Fabila Reyes es el tercer sacerdote en una semana que es asesinado o que muere en medio de circunstancias sospechosas en el país. Un total de 25 sacerdotes han sido asesinados en el país desde que el actual presidente asumió su cargo en 2012. 

"En cuestión de días, México vive una de las peores crisis de seguridad en su historia moderna. No sólo se está desapareciendo y matando a sus jóvenes, las dimensiones de esta barbarie alcanzan a todos los niveles de la sociedad y la Iglesia ha tenido su 'abril negro'", escribió el Centro Católico Multimedial en un artículo. "Tres sacerdotes han muerto en circunstancias violentas levantando la indignación y preocupación de obispos a lo largo y ancho del país al verse tocados por esta lacerante situación", puntualizó. 

La fiscalía de Morelos señaló que los familiares habían reportado el secuestro de Fabila Reyes ante las autoridades federales de la Ciudad de México. 

El Centro Católico Multimedial dijo que Fabila Reyes se encontraba de vacaciones en la ciudad de Cuernavaca cuando fue secuestrado el 3 de abril y que los familiares pagaron un rescate de más de 100.000 dólares. Se presume que enfermó y murió mientras estaba cautivo. 

En la última semana, un sacerdote murió a tiros a las afueras de la ciudad de Guadalajara, en el estado de Jalisco, y otro fue apuñalado en la periferia de la Ciudad de México. 

Hasta ahora, los expertos y las autoridades en México han insinuado que los asesinatos forman parte de un problema más amplio de crímenes y valores, y que no se trata de algo dirigido específicamente contra la Iglesia. 

"Es tiempo de mirar con honestidad nuestra cultura y sociedad, para preguntarnos por qué hemos perdido el respeto a la vida y a lo sagrado", indicó el Consejo del Episcopado Mexicano en un comunicado luego del reciente brote de homicidios. 

Bernardo Barranco, experto en religión, señaló que "no hay un móvil específico" en todas las muertes de los sacerdotes. 

"Es un problema social, no es un problema contra la Iglesia", agregó.