Partes de Williamsburg en Brooklyn están muy cerca de una de las autopistas más congestionadas de la ciudad...El Brooklyn-Queens Expressway o BQE, lo que ha afectado a la calidad del aire en esa comunidad desde hace décadas. Es por eso que añadir casi 200 autobuses a estas calles preocupa a los representantes del distrito. 

"Hemos visto a muchos niños con asma y jóvenes con asma y sabemos que en el hospital hemos recibido pacientes de asma tres veces más del número común en la ciudad de Nueva York", explicó el concejal Antonio Reynoso.

Y la situación podría empeorar. El túnel del tren L entre Brooklyn y Manhattan fue afectado por el huracán Sandy hace más de 5 años y en abril de 2019 la MTA cerrará el túnel por reparaciones. A cambio, agregará casi 200 autobuses, de los cuales la gran mayoría operan con diésel. Criticos dicen que el diésel es la peor opción.

"Nosotros estamos pidiendo a la MTA que haga un esfuerzo urgente para cambiar los autobuses a autobuses eléctricos que no tienen el mismo impacto ambiental y que tampoco no tiene el mismo impacto a la salud pública", aseguro Eddie Bautista, director ejecutivo de la Alianza por Justicia Ambiental.

Por su parte, la Autoridad Metropolitana de Transporte anunció la semana pasada que planea convertir toda su flota de autobuses en autobuses eléctricos en los próximos 20 años.

De acuerdo con la MTA, un tercio de los 5700 autobuses de su flota, son ecológicos.

"Aunque han hecho ese compromiso, siguen hasta la fecha comprando autobuses que queman...que crean más polución, más que los autobuses eléctricos que no tienen ninguna emisión", añadió Bautista

Activistas y legisladores exigen que por lo menos la mitad de los autobuses que empiecen a recorrer el sector conocido como "Los Sures" no sean a base de diésel. Pero la MTA no ha dicho si considera esta propuesta. El cierre del L durará 15 meses afectando a 250 mil pasajeros.