El gobierno del presidente Donald Trump minimizó el lunes la posibilidad de una baja participación en el Censo 2020 como consecuencia de haber añadido la pregunta de ciudadanía por primera vez en 70 años. 

"61 millones de familias ya han sido expuestas a la pregunta y el cielo no se ha caído", dijo el lunes Wilbur Ross, secretario de Comercio. "Así que no creo que el cielo se caiga cuando la agreguemos al censo en 2020".

La pregunta se ha hecho cada año en la Encuesta sobre la Comunidad Estadounidense, que es enviada a menos de 3% de los hogares del país. 

El Departamento de Justicia solicitó este año que la Oficina del Censo reinstaurara la pregunta de ciudadanía para ofrecer datos más detallados que el departamento podría utilizar para aplicar de forma más efectiva la Ley de Derecho al Voto. 

De forma apabullante, los demócratas se opusieron a la inclusión de la pregunta de ciudadanía, con el argumento de que disminuirá el conteo en comunidades con grandes poblaciones de inmigrantes. 

Ross dijo que su oficina planea gastar 500 millones de dólares en publicidad para explicar que los datos no podrán usarse para aplicar la ley de inmigración o propósitos distintos a de compilar las estadísticas del censo. 

Ross también dijo durante una conferencia en el Club Nacional de Prensa, que la pregunta de ciudadanía será la última en el cuestionario impreso tanto en inglés como en español. 

La Oficina del Censo tendrá instrucciones disponibles en 12 idiomas y un centro de atención telefónica multilingüe, mencionó Ross, y actualmente intenta que organizaciones comunitarias cooperen para explicarle a la gente por qué es importante participar. 

El Departamento de Seguridad Nacional y varias agencias gubernamentales ayudan a la Oficina del Censo en el tema de ciberseguridad para proteger los datos de intrusiones, agregó Ross. "La gente no debe preocuparse de que su privacidad sea violada por el censo", dijo.