Parte de la pesadilla para la familia Krim terminó a casi 6 años del cruel y sangriento asesinato de sus hijos Lulu y Leo, con la sentencia ordenada el lunes por el juez Gregory Carro.

Yoselyn Ortega, de 55 años, quien trabajaba como su nana y fue hallada culpable de achuchillar a los pequeños en el baño, pasará el resto de sus días tras las rejas.

"Estoy muy de acuerdo en que no la vuelvan a dejar salir, porque esa mujer es peligrosa", dijo Edgardo Chacón, uno de los jurados que hace unas semanas condenó a Ortega.

La cadena perpetua ordenada para la dominicana es la culminación de meses de juicio durante los que comparecieron más de 50 testigos, los usados por la defensa argumentando que Ortega era una enferma mental crónica que cometió el crimen durante un episodio de psicosis, estrategia que no logró convencer al jurado.

"Vi todo el caso porque teníamos doctores, teníamos de todo", explicó Chacón. "Ella hizo todo de maldad, le tenía envidia a la familia".

Antes de conocer su destino, Ortega hizo uso de la palabra por primera vez desde que comenzó el juicio, tratando de reiterar su supuesto desorden psiquiátrico.

"Yo le decía a mi familia que yo no me sentía bien", dijo Ortega. "Yo siento mucho lo que ha pasado, pero ojalá que nadie pase por todo lo que yo he pasado".

Pero los padres de las víctimas, quienes abandonaron el tribunal para evitar escucharla, sostienen que la hoy asesina convicta y sus familiares los defraudaron asegurando que Ortega era una niñera con experiencia, lo que les hizo creer que sus hijos estarían seguros bajo su cuidado.

Entre los miembros del jurado presentes, pocos creyeron en sus palabras.

"Mentiras. Yo no le creo nada, nada de lo que ella dijo ahí. Lo que quiere es salvarse. porque si la ponen como loca puede salir por ahí en 20 años", agregó el jurado Chacón.

Los Krim, quienes han tenido 2 hijos desde la muerte de Lulu y Leo aseguraron que en sus nombres continuarán impulsando una reforma legislativa que criminalice mentir en una solicitud de empleo para cuidar niños.