Cáncer bucal y de pulmón, ataques al corazón, obstrucción respiratoria crónica, la lista sigue pero no se refiere, como muchos pensarían, a los cigarrillos.

La más reciente campaña del Departamento de Salud del gobierno de la ciudad pretende advertir a los neoyorquinos de las posibles consecuencias de fumar hookah, que muchos aficionados a la pipa de agua inventada en el medio oriente desestiman.

"Yo pienso que todo es perjudicial, pero si tú no lo haces en exceso, eso no puede ser perjudicial para tu salud. Simple y llanamente tú debes de saber tener un control sobre todo lo que tú usas", opinó una persona al respecto.

La campaña es el segundo paso tras la entrada en vigor, el mes pasado, de nueva legislación que reglamenta a los casi 400 establecimientos que hacia final de 2017 procuraban pipas de agua, cuyo uso durante sólo una hora equivale a fumar 10 cigarrillos, o exponerse al humo de hasta 200, según el Centro para el Control de Enfermedades.

Las autoridades advierten que su popularidad y componente social la hacen más peligrosa.

"Yo creo que si fuera al aire libre no sería dañino. Creo que en los lugares en que es cerrado sí, porque muchas personas no les gusta y el humo molesta", opina alguien más.

El aumento en el uso de hookah es particularmente preocupante entre los jóvenes latinos.

De acuerdo con el Departamento de Salud de la cuidad entre el 2008 y 2016 el porcentaje de ellos que la había probado se incrementó del 7.1 al 17.3%.