Ha pasado una semana desde la detención de Pablo Villavicencio, el inmigrante ecuatoriano y repartidor de pizza que fue arrestado por agentes de inmigración en la base militar Fort Hamilton de Brooklyn. 

En esta comunidad de Bay Ridge, la situación de Villavicencio ha sembrado en muchos una semilla de temor e incertidumbre cuando intentan llevar a sus familias el pan de cada día. 

"Claro que no, ya le dijimos al dueño que no nos mandara más 'deliveries' para allá el Army porque igual no le conviene a él y no le conviene a nosotros, que nos manden para México", dijo uno de los trabajadores en una pausa en una de sus entregas.

"Pues no he expresado mi miedo, no es trabajar así normalmente", añadio otro trabajador igualmente en su bicicleta.

"Uno siente miedo donde sea que anda uno siente miedo. Pero tiene uno que estar acá", dijo otro trabajador en este caso en el interior del establecimiento donde labora.

Demostrándole a Pablo y su familia que no están solos, grupos de activistas y líderes políticos se unieron y sometieron una moción en Federal Plaza, para evitar la deportación del padre de familia de 35 años y lograr su liberación. 

"Le pedimos a ICE que por favor permita el regreso a casa, para que este con sus hijas. Y también para que continue su vida dentro de la comunidad. Pablo ha sido un hombre trabajador, lo único que ha querido es ganarse la vida en este país.", dijo Sandra Chica, la esposa de Villavicencio.

En las redes sociales, se ha circulado una petición en apoyo de Pablo y su familia. El ecuatoriano se encuentra en un centro de detención en Nueva Jersey, y según activistas, podría ser deportado tan pronto como este lunes.

Pablo Villavicencio no solo ha llamado la atención de grupos activistas y la comunidad de inmigrantes.  El gobernador Cuomo ha solicitado al Departamento de Seguridad Nacional, que se investigue la actuación de los agentes de ICE, alegando que están concentrando sus esfuerzos en detener inmigrantes basados en su origen étnico.