Un juez federal aprobó el martes la fusión de los gigantes de las telecomunicaciones y los medios de comunicación AT&T y Time Warner, y al mismo tiempo rechazó el argumento del gobierno de que la unión perjudicaría la competencia en la televisión de paga y le costaría a los consumidores cientos de millones de dólares más por ver películas y programas en streaming.

Con su decisión, el juez federal de distrito Richard Leon puso fin al mayor juicio en años donde se dirimía un caso de competencia. 

El fallo autoriza la fusión valorada en unos 85.000 millones de dólares, uno de los mayores acuerdos en los medios alcanzado hasta ahora. 

Esto permitirá al gigante de la telefonía y la televisión de paga absorber a la dueña de CNN, HBO, los estudios de cine Warner Bros., la franquicia de "Game of Thrones", la codiciada programación deportiva y otros programas "imprescindibles". 

El Departamento de Justicia puede apelar el veredicto. AT&T no ha comentado al respecto. Los planes de fusión eran tan grandes que hicieron que el gobierno presentara su primera demanda en décadas para bloquear la unión de dos compañías que no compiten directamente. 

La megafusión es una apuesta de AT&T para lograr sinergias entre compañías que producen noticias y entretenimiento y las que canalizan ese contenido a los consumidores, que ahora pasan más tiempo viendo videos en teléfonos y tabletas y menos en la televisión tradicional. 

El acuerdo, que se reveló en octubre de 2016, inquietó al entonces candidato presidencial Donald Trump, quien prometió bloquearlo porque representaba "demasiada concentración de poder en manos de muy pocos".