Los abogados del repartidor de comida ecuatoriano, Pablo Villavicencio, detenido por inmigración presentaron, formalmente este lunes, una petición para que sea liberado. 

"El principal mensaje acá: no se pueden seguir separando las familias. Eso no hace a América más segura y a América más maravillosa", expresó Sandra Chica, esposa de Villavicencio.

La mujer de Pablo Villavicencio estuvo acompañada de activistas y funcionarios electos en la rueda de prensa posterior frente a las oficinas de inmigración. 

Villavicencio fue detenido el 1 de junio cuando intentaba entregar una pizza en la base militar de Fort Hamilton en Brooklyn. 

Un oficial rechazó su tarjeta IDNYC y realizó una revisión de sus antecedentes, descubriendo que pesaba contra él una orden de deportación desde 2010.

Si bien un juez federal frenó temporalmente su deportación inmediata, Villavicencio continúa detenido en un centro de Nueva Jersey. 

Exigimos a ICE que libere a Pablo ahora mismo, dijo Corey Johnson, presidente del Concejo Municipal, para que pueda estar con su familia hasta que se emita una decisión final de su caso.

Los abogados de Villavicencio argumentan que su detención está teniendo un impacto negativo emocional y financiero en su esposa y sus dos hijas. 

Antonio Alarcón, Organizador, Se Hace Camino Nueva York, comentó al respecto: "Ningún niño debería pasar su cumpleaños o un día del padre sin su padre o su madre, ¿verdad?".

Su esposa y sus dos hijas son ciudadanas de Estados Unidos. Luciana, que cumplirá cuatro años el miércoles, pasó buena parte de la rueda de prensa mostrando fotografías de su padre a los medios. 

Luego cerró las intervenciones con un emotivo mensaje: "Papi, que estés bien, que te cuiden mucho los angelitos y que estés bien", enunció Luciana Villavicencio.

Los abogados de Villavicencio son optimistas. Dicen que no tiene historial delictivo y argumentan que fue discriminado por su apariencia el 1 de junio.