El magistrado de la Corte Suprema de Justicia Anthony Kennedy anunció el miércoles que se retira del máximo tribunal de justicia de la nación, abriendo una oportunidad para que el presidente Trump consolide el control conservador de la Corte.

Kennedy, de 81 años, se retira luego de más de 30 años en la Corte. Aun cuando fue nominado por un presidente republicano, Kennedy ha sido crucial en dar el voto que inclinó la balanza en varias sentencias de gran calado en temas del aborto, la acción afirmativa, derechos de personas del mismo sexo, armas y derecho al voto.

En una frase, Kennedy, aun cuando en general conservador, fue muchas veces el centrista que podía votar con liberales o conservadores.

Una vez que no esté Kennedy la corte estará claramente dividida entre cuatro jueces de tendencia liberal y cuatro de tendencia conservadora, los primeros nomiinados por presidentes demócratas y los segundos por republicanos. El nominado que envíe Trump en sustitución de Kennedy será con toda seguridad un sólido conservador que dara siempre una ventaja mayoritaria a los conservadores.

La nominación por el presidente de un juez de la Corte tiene que ser aprobada por el senado, sin embargo, los demócratas no tienen los votos para impedir la mayoría republicana.

Trump ya nominó y consiguió la confirmación de un magistrado: el juez conservador Neil Gorsuch.