El Departamento de Salud de Nueva York quiere que los carritos de comida lleven localizador GPS.

La medida es controversial ya que muchos de los vendedores de comida ambulante son inmigrantes y temen que el localizador pueda ser utilizado por las autoridades migratorias para ubicarlos.

La ciudad argumenta que el localizador será únicamente para ubicar al carrito cuando se le haga una inspección.

César Boc, organizador comunitario de The Vendor Project, visitó Pura Política y nos cuenta por qué no defiende la medida.