Explosión

El vapor que oscureció el cielo ya no está; la cogestión vehicular es menor, pero los neoyorquinos continúan angustiados ante lo que podría ser un inminente peligro.

Así lo expresó Nelly Palacios, quien trabaja en Manhattan: "Muy preocupada porque… imagínese, hay tantos niños y estamos cerca de un parque, y es muy peligroso realmente".

Y es que la presencia de asbesto que dejó la explosión de tuberías de vapor, este jueves en la Quinta Avenida, entre las calles 20 y 21 tiene a muchos vecinos inquietos. 

"Hay que preocuparse porque los asbesto es tóxico, es algo que se inhala en la nariz y uno muere", señaló otro vecino.

Lo cierto es que aunque partículas de concreto, asfalto barro y material que contiene amianto fueron liberados en esta explosión, el Departamento de Protección Ambiental asegura que es poco probable que las personas expuestas a este incidente desarrollen una enfermedad relacionada con la exposición al asbesto. Tantos las autoridades ambientales como el Departamento de Salud siguen evaluando los resultados de las pruebas y los riesgos potenciales para la salud.

Mientras tanto, algunas personas sienten que necesitan más información: "Si se toman las medidas que se deben tomar yo creo porque pues somos varias personas que pasamos o trabajamos por acá y es muy importante saber acerca de todo esto", apuntó Xóchitl Sánchez. 

De este incidente se reportaron 14 víctimas con lesiones menores o graves que no amenazan la vida, 49 edificios fueron evacuados y 500 personas no dormirán por estos días en sus residencias.

Para estar al tanto sobre las actualizaciones de este incidente se puede llamar al 311 o consultar el sitio web de la ciudad.

Si usted trabaja o reside cerca de donde ocurrió la explosión de estas tuberías de vapor y necesita recuperar algunos artículos como medicamentos o quizá a su mascota, puede dirigirse al centro de recuperación, ubicado en la Escuela Clinton en el número 10 de la calle 15 Este.