El gobierno del presidente Trump dijo que 463 padres que fueron separados de sus hijos bajo la política de cero tolerancia al cruzar la frontera podrían haber sido deportados mientras estos hijos siguen en Estados Unidos.

En un documento presentado ante la corte el lunes, el gobierno dijo que estos 463 casos están “bajo revisión”, queriendo decir con esto que el número no es definitivo.

El documento fue presentado ante el juez federal que conoce del caso y el que ha dado de plazo hasta este jueves para que el gobierno reunifique a las familias que han sido separadas –en total, más de dos mil niños separados de sus padres.

Estos niños que han sido separados se encuentran en albergues y otros centros de cuidado infantil en diversos puntos del país. Y sus padres en centros de detención cerca de la frontera.

Hasta este momento el gobierno ha reunificado a cerca de 900 padres con sus hijos. Otros 538 están listos para reunirse con sus hijos, esperando únicamente medios de transporte para reeencontrase con ellos.

Activistas de inmigración señalan que estos padres que fueron deportados se les presionó para que firmaran órdenes voluntarias de deportación. Y que las habrían firmado en momentos de desesperación una que vez que les habían quitado a los hijos.

“Tenemos preocupación de que a estos padres se les dio mala información sobre sus derechos para pelear para no ser deportados sin sus hijos”, dijo Stephen Kang, un abogado de la organización de derechos civiles ACLU, citado por el diario Wahington Post. Localizar a estos padres en Centro América será difícil y llevará mucho tiempo, añadió Kang.