Línea L del metro

La Autoridad de Transporte Metropolitano (MTA, por sus siglas en inglés) está apostando por sus autobuses para contrarrestar el cierre del tren L durante quince meses el año que viene. 

Dicha entidad quiere destinar hasta 80 autobuses por hora para que crucen el puente de Williamsburg, que conecta a Brooklyn con Manhattan.

Sin embargo, el Sindicato de Trabajadores de Transporte Local 100 indica que no va a ser suficiente.

Por lo que está lanzando una campaña que insta al gobierno de la ciudad a crear un carril de vehículos de alta ocupación para estos autobuses desde la calle Grand en Brooklyn hasta la Delancey en Manhattan. 

Si no, dice el sindicato, el puente estará en un atasco permanente.

Todo esto podría retrasar el viaje de casi 40,000 pasajeros que se espera que dependan de los autobuses durante el cierre.

La MTA ya anunció planes para limitar gran parte de la calle 14 a los autobuses durante 17 horas al día una vez comience el cierre en abril de 2019.