Este martes el llamado Homenaje en Luz volvió a definir la vista de nuestra ciudad: la instalación conmemorativa a base de 88 poderosos reflectores situada en proximidad del sitio del World Trade Center proyectó columnas luminosas hacia el infinito.

Administrada por la Sociedad de Arte Municipal, la vista del también llamado tributo que debutó por primera vez en 2002, como cada 11 de septiembre, hizo aún más solemne el memorial que hoy contiene fuentes en el perímetro de las torres derribadas y que permaneció abierto al público hasta la medianoche. Para los neoyorquinos, la instalación de luces tiene muy diversos significados.

"Significa algo, que uno tiene que representar a los muertos", dijo una mujer que pasaba por el lugar.

"Cuando pasó lo de el 11 de septiembre trabajaba en el aeropuerto y para mí simplemente verlas me recuerda a tanta gente muerta y la desgracia en este país que crearon fanáticos de la religión", dijo otra neoyorquina.

"Todos los seres que fallecieron en ese entonces que están encaminados para el cielo y ese es un memorial muy grande, por todos los espíritus para nosotros los católicos", dijo un joven que montaba en bicicleta .

Las luces, que pueden verse hasta 60 millas alrededor del bajo Manhattan, en lugares tan lejanos como Long Island y Connecticut, generan emociones hasta en quienes no presenciaron los ataques terroristas del 2001.

"Es algo delicado para mí, que camino aquí todos los días. Lo siento mucho yo, pero qué se va hacer", añadió la primera mujer entrevistada.

"Para mí es algo muy emocionante y algo muy triste. Las luces creo que nos recuerdan lo que pasó en el 11 de septiembre, algo muy triste para la ciudad de Nueva York y para el mundo entero", dijo otra mujer entrevistada.

Este año, como en 2017, es la corporación Carnegie que cubrirá los gastos por el homenaje como el primer patrocinador de la instalación. De acuerdo con el Memorial del 11 de septiembre, la contribución de la empresa también incluye un programa para pequeños negocios del área.