Un retirado oficial de policía que en su momento fue parte de la unidad que combate ‘el vicio’ –prostitución y similares- y su esposa se alega que eran los líderes del círculo de prostitución y apuestas ilegales que las autoridades han hecho público en las últimas horas.

El círculo de prostitución habría operado varios burdeles en Queens, Brooklyn y en Long Island, según la acusación de la Fiscalía de Queens.

El detective retirado que según las autoridades era el líder del círculo de prostitución y apuestas es Ludwing Paz y su esposa Arelis Peralta, de quienes se alega que no solo dirigían las operaciones en los burdeles sino también las apuestas ilegales en salones de belleza y otros establecimientos en varias partes de la ciudad.

Además de Paz, hay también siete miembros activos del NYPD acusados de ser parte del círculo de prostitución y demás, entre ellos detectives y sargentos.

Uno de estos detenidos es Rene Samaniego, quien también era parte de la unidad contra el “vicio” y quien según la acusación habría ayudado a Paz a manejar los burdeles y las apuestas. Samaniego habría ayudado también en la operación criminal alertando de cuando habían policías encubiertos investigando los burdeles y demás.

Otros dos acusados son el sargento Carlos Cruz, de 41 años y el detective Giovanny Rojas Acosta, de 40 años, a quienes se acusa de haber pasado información a Paz sobre las operaciones de la policía contra la prostitución –siempre con la intención de evitar que detectaran la operación de Paz y compañía.

Como se había adelantado el miércoles, la fiscalía confirmó que la investigación se inició con un informe –un ‘tip’- de un oficial de policía en activo aparentemente molesto por lo que observaba. La investigación comenzó en 2015.

El fiscal de Queens Richard Brown,  aseguró que “la vasta mayoría de oficiales de policía del NYPD son honestos y dedicados a hacer cumplir la ley”. Pero que sin embargo, el enjuiciamiento anunciado el jueves de un exdetective y siete oficiales en funciones “deshora la placa (de policía)”.

El comisionado de Policía James P. O’Neill  por su parte, señaló que estos policías enjuiciados “han arruinado sus carreras y reputaciones. Más importante, han disminuido el gran trabajo de decenas de miles de otros honestos y éticos policías”.

En cuanto al funcionamiento de los burdeles, se detalla en la acusación que se pedía a los potenciales clientes a que se quitaran la ropa ya que aparentemente a los policías cuando estén en una investigación encubierta no les está permitido enseñar sus genitales. Si un visitante lo hacía, quería decir que no era policía encubierto. Todo esto era parte del conocimiento que Paz tenía de como opera la policía (la investigación utilizó grabaciones, vigilancia encubierta y otras técnicas).

Los burdeles se anunciaban en internet y se cobraba desde $40 dólares por 15 minutos de actividad sexual hasta $160 por una hora completa, siempre según la acusación de la fiscalía. Entre agosto de 2016 y septiembre de 2017, el círculo de prostitución habría generado más de 2 millones de dólares.