El presidente Trump rechaza la petición de que el FBI investigue las acusaciones de agresión sexual contra del juez Brett Kavanaugh, nominado a la Corte Suprema.

Por decisión del liderazgo republicano en el senado, el lunes se realizaría una audiencia en la que estarían presentes Kavanaugh y la mujer que lo acusa de agredirla sexualmente cuando ambos estaban en la escuela secundaria, la profesora universitaria y doctora en psicologia Christine Blasey Ford.

Senadores demócratas y republicanos han tenido discusiones sobre quién debería de testificar durante esta audiencia o incluso si la audiencia debería de llevarse a cabo. Los demócratas quieren que antes de cualquier audiencia el FBI investigue las acusaciones.

El martes en la noche la abogada de la doctora Ford señalo que su cliente exige una investigación de las autoridades antes de una posible audiencia pública.

Ante lo dicho por la abogada, de inmediato hubo una reacción de la senadora demócrata Dianne Feinstein, quien señaló que se debe "honrar el deseo de la doctora Ford" y posponer la audiencia del lunes.

No ha habido todavía reacción republicana pero durante el día los líderes republicanos -y Trump mismo- dejaron claro que se oponen a que intervenga el FBI.

El Presidente asegura que apoya totalmente a Kavanaugh, a pesar de las acusaciones y la controversia que rodean su nominación.

Trump dijo que el nominado a la Corte Suprema es una persona increíble que posee un gran intelecto, además de ser un gran juez y aseguró que no se merece lo que está pasando.

Kavanaugh acudió a la Casa Blanca por segundo día consecutivo este martes, pero no se reunió con el presidente Trump. Se dijo que el nominado paso varias horas en la Casa Blanca preparándose para la eventual audiencia del lunes.