Vestido con camiseta blanca y en silencio, Andrew Abdullah bajó de un auto sin placas policiales fuertemente custodiado, esposado y con su rostro descubierto mientras los detectivies lo guiaron dentro del cuartel para tomarle las huellas y la fotografía correspondiente.

Muy molesta, la comisionada de Policía dijo que el sistema de justicia le falló a la víctima.

"La muerte de Daniel Enríquez fue la peor pesadilla de todos los neoyorquinos, trágicamente es un escenario que lo vemos muy a menudo", dijo la comisionada Keechant L. Sewell.

En el mismo tono habló el alcalde de la ciudad Eric Admas.

El alcalde dijo que el disparo en el corazón que recibió Daniel Enríquez también fue un disparo en el corazón de todos los neoyorquinos.

"La industria de las armas coloca en manos criminales más pistolas de las que podemos retirar", señaló Adams.

Además, señaló que los antisociales creen que pueden cometer crímenes y que no hay consecuencias.

De acuerdo a las autoridades, el sospechoso Andrew Abdullah había sido arrestado varias veces por posesión de armas, robo de un vehículo y asalto agravado.

Tambien ha sido acusado en el pasado de intento de asesinato y que es un criminal profesional que no debía estar en las calles. 

"En el pasado fue arrestado por posesión de un arma, atento de asesinato y 30 meses en una cárcel, no se entiende como alguien que quiso matar a alguien le dan 3 meses en la cárcel" dijo el vocero policial Carlos Nieves.

De acuerdo a la policía, el sospechoso se acercó a la víctima mientras viajaban en el tren Q y a sangre fria disparó el arma de fuego en el pecho de Daniel, causándole la muerte.

El sospechoso será acusado de asesinato en primer grado y esta vez las autoridades esperan que nunca más salga libre de ser hallado culpable.