Con abucheos y hasta algunos insultos fueron recibidos los miembros de la Junta de Alquiler en la que votaron cinco a cuatro a favor de un incremento en el costo de alquiler de los mas de dos millónes de viviendas de renta estabilizada en la ciudad.  

El incremento será del 3.5 por ciento en los contratos de un año y un 5 por ciento para aquellos inquilinos con contrato de dos años.  Este es el mayor incremento en casi una década.

Para Johnny Ramírez quien lleva 29 años viviendo en un apartamento de renta controlada y está incapacitado, este aumento implicará más de 800 dólares al año.  

“Eso es mucho eso es casi otra renta extra que hay que pagar”, dijo Ramírez.

Los inquilinos ya veían venir desde hace meses un aumento pero aún así estaban luchando para que el golpe a sus bolsillos fuera lo menos severo posible.  

“Hasta un dólar que uno tenga que pagar más eso es mucho dinero que es que no hay dinero", dijo Feliciano Collado.

Otros inquilinos dicen que la situación económica no permite ningún aumento.  

“Es injusto porque ahora con el COVID la cosa se ha puesto demasiado mal", dijo Ylein Sánchez.

Hablamos con el vicepresidente de Rent Stabilization Association, organización que aboga por los propietarios de edificios quien dijo que los propietarios tienen muchos gastos de mantenimiento por cubrir y que durante la pandemia sólo se generaron programas a favor de los inquilinos mientras los dueños de han tenido que seguir costeando gastos que ahora son mayores.    

El incremento se verá en los contratos firmados después del primero de octubre.