Dos nuevos autobuses de inmigrantes con 83 personas incluidos 15 niños, arribaron esta mañana a la terminal de autobus de Port Authority en Manhattan desde Texas, sumando a lo que ya se ha convertido en una crisis migratoria para la ciudad y el alcalde Eric Adams.  

“Les vamos a apoyar con albergues, con 'ticket's de autobuses para ir a sus destinos finales. Nos preocupa que el gobernador Abbott no está coordinando con nosotros y no está apoyando la gente para llegar a sus destinos finales", dijo Manuel Castro, comisionado, Oficina de la Alcaldía para Asuntos del Inmigrante.

“La Federación hispana ha estado siguiendo esta situación desde que comenzaron a llegar individuos desde Texas a Washington DC. Llegaban sin abrigo, llegaban sin zapatos, llegaban completamente hambrientos", dijo por su parte Frank Miranda, presidente de la Federación Hispana.

Horas antes, frente al 465 Central Park West Hotel, se anunciaba la designación del inmueble de 126 camas como un alivio para las familias que llegan.  

“Estamos aquí en el Upper West Side, mandando un mensaje fuerte, que somos una ciudad de inmigrantes, una ciudad de diversidad, y yo como representante de este distrito los recibo con mucho orgullo", dijo el concejal Shaun Abreu.

Una empleada del hotel nos dijo fuera de cámara que a pesar de que dentro quedaban algunos huéspedes, en su mayoría ya estaba vacío.  

“Tenemos que asegurar que hayan servicios de salud mental, que hayan programas después de la escuela para nuestros niños", agregó el concejal.

El hotel, justo frente al Parque Central, es sin embargo una gota de ayuda para la ola de 6 mil personas que según datos de la ciudad han llegado a la capital del mundo desde el mes de Mayo.

Faryd Vargas es vecino del hotel y dice recordar ver en su natal México cómo caravanas enteras cruzaban la frontera desde Guatemala.  

“Me da gusto que reciban ayuda, eso está bien. Me parece que la ciudad tiene los medios para ayudarlos entonces es perfecto, qué bueno que lo hacen", dijo Vargas.

Las penurias para los recién llegados han sido varías buscando el sueño americano. En albergues copados en Nueva York dicen haber experimentado acoso, malos tratos y más.  

“En ese refugio me sentí como acosado. Hay personas, o sea no es digno para personas de LGTB, o sea una persona de ambiente vulnerable. Habían personas que se inyectaban drogas y personas que ya están un poco mal", dijo uno de los inmigrantes.

El problema es creciente pues el gobernador de Texas Greg Abbott continúa enviando autobuses sin decir ni el día ni la hora a Nueva York. Y la ayuda federal que pidió el alcalde aún no llega.