Carlos Ábrego padece de Parkinson y lleva nueve años viviendo en un edificio cerca de la avenida 34 en Jackson Heights. Dice que desde que cerraron las 26 calles en la avenida por motivo de Paseo Plaza, encontrar parqueo en la zona es una pesadilla.  

“Necesitamos encontrar parqueo porque tenemos condiciones de salud que nos limita a caminar, a buscar el carro a dos, tres cuadras de aquí, o de repente yo vengo de una cita médica y no encuentro donde parquear", dijo Ábrego.

Según Carlos además, está el retraso en el acceso de ambulancias y otros servicios de emergecia ya que para poder entrar a la avenida alguien debe remover las barreras de metal que están en funcionamiento desde las 7 de la mañana hasta las 8 de la noche.  

“Es hora de que se haga algo", agregó Ábrego.

Ábrego.

 

El presidente de la Alianza de Cooperativas de Jackson Heights, una junta de vecinos que se ha estado reuniendo desde hace un año para escuchar estas quejas, dice que ha enviado cartas al departamento de Transporte y a los políticos locales pidiendo una encuesta disponible en internet y en papel para que todos los residentes tengan la oportunidad de presentar su queja y así buscar soluciones.

“Para así saber qué es lo que queremos aquí, la comunidad tiene que decir qué es lo que queremos", dijo Ricardo Pacheco, presidente de Alianza de Cooperativas de Jackson Heights.

Por su parte, el departamento de Transporte envió un comunicado sobre esta situación en el que señala: 

"A medida que comienza el nuevo año escolar, esperamos continuar trabajando en estrecha colaboración con los residentes de la comunidad y los funcionarios electos locales para completar esta primera fase del proyecto 34th Ave Open Street y recopilar opiniones mediante encuestas para un futuro proyecto capital”.  

Los resultados de la ultima encuesta fueron presentados en abril a la junta comunitaria. Según la encuesta, el 24% de las más de dos mil personas encuestadas dijo que no quería cambios en el proyecto.  

Vecinos.

 

Para otros residentes discapacitados la solución es muy simple.  

“Pues abrir la calle", dijo Guadalupe Santa María.