Carlos III fue proclamado oficialmente rey de Gran Bretaña este sábado en una ceremonia transmitida por primera vez en vivo y cargada de tradición.

Carlos se convirtió en rey en el momento en que murió su madre, la reina Isabel II, pero el Consejo de Ascensión se reúne lo antes posible para hacer una proclamación formal. Decenas de políticos, retirados y en activo, incluyendo la recién nombrada primera ministra, Liz Truss y cinco de sus predecesores, se dieron cita en el Palacio de St. James para la reunión. En él su majestad el rey Carlos III además ofreció una dclaración personal ante el Consejo, en el que reconoció el dolor de la pérdida de su madre, así como el resto de su familia, y el resto del mundo.

El rey Carlos III se convierte así en el primer nuevo monarca del Reino Unido en más de 70 años.

La proclamación fue seguida por el gritó unánime por parte de la audicencia alli congragrada de "!Dios salve al rey!"

En su primer discurso, el rey se comprometió a seguir la vida de servicio de su madre.

Elogió su calidez, humor y capacidad para ver siempre lo mejor en las personas.

 

Prometió servir a la nación con la misma devoción inquebrantable que ella.

Se reunieron sin Carlos y confirmaron oficialmente su título de rey Carlos III, antes de que se les uniese para realizar una declaración personal en la que prometió seguir el “ejemplo inspirador” de su madre al asumir los deberes monárquicos.

“Soy profundamente consciente de esta gran herencia y de los deberes y las pesadas responsabilidades de la soberanía que me han sido transmitidas”, añadió.

El nuevo rey aprobó formalmente una serie de órdenes, incluyendo la declaración día festivo la fecha del del funeral de su madre, que se espera que sea anunciada par el 19 de septiembre.

Esta es la primera vez que se celebra la ceremonia de proclamación desde 1952, cuando la reina Isabel II subió al trono.

Carlos estuvo acompañado por su esposa, Camilla, la reina consorte, y por su hijo mayor, el príncipe Guillermo, que ahora es el heredero al trono y, como tal, asume el título que durante décadas ostentó su padre, el de príncipe de Gales.

Tras la ceremonia, un funcionario leerá el acta de proclamación desde un balcón del palacio. Lo mismo ocurrirá en la ciudad medieval de Londres y en otros puntos del país.

Dos días después del deceso de Isabel, de 96 años, en el castillo de Balmoral en Escocia, miles de personas seguían presentándole sus respetos en el exterior del Palacio de Buckingham en Londres. Esta escena se ha repetido en otras residencias reales en el país y ante embajadas británicas en todo el mundo.

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