La fiebre mundialista se ha tomado la Gran Manzana.

"Cuando empieza esta temporada es la mejor temporada, porque todo el mundo, los fanáticos salen de todos lados y todos se unen de forma muy hermosa. Y cuando juega México los nervios y la emoción nos hacen mandarle toda la suerte al 'Tri'", dijo Miriam Portillo.

Pero sin importar los colores de la bandera o banderas con las que crecieron, los hinchas latinos han llegado con todo a abarrotar bares y restaurantes como el “Legends”, donde las leyendas posan en todas las paredes y su legado se siente en el ambiente.

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"Nosotros dos somos los que más hacemos fiesta, los que más cantan, los que más salen a ver los partidos y aquí tienes personas de Colombia, Ecuador, Brasil, Francia, Perú e hinchas de todas partes del mundo", dijo Alex DiMelo, aficionado brasileño.

Hogar oficial para muchos equipos fuera de Estados Unidos, todos los neoyorquinos se unen en una misma voz para apoyar al equipo estadounidense. 

"El fútbol ha sido mi pasión desde pequeño y ver esto con este ambiente que toda la gente forma es algo fabuloso, que no se puede describir honestamente", dijo Carlos Ordóñez, aficionado ecuatoriano. "Estados Unidos está creciendo con el fútbol poco a poco, como usted sabe y algún día Estados Unidos llegará a ese lugar".

Incluyendo al tío y entrenador de la naciente estrella del balompié estadounidense Timothy Weah.

“Estoy orgulloso de los jóvenes que integran la selección de Estados Unidos”, nos dijo Michael Duncan, que vio la dedicación y un talento particular en Weah.

Weah se graduó de las canchas del Club de Soccer de Rosedale al máximo escenario para el fútbol en el mundo, anotando el gol contra Gales. Weah conserva su sencillez a pesar del estrellato de cara al decisivo encuentro de su equipo contra Irán el martes, esperando que su perseverancia los lleve al triunfo.

La última vez que la selección de Estados Unidos tuvo que enfrentarse a la de Irán fue en la copa del Mundo de 1998 en un partido que ganó Irán.