Dos letreros, uno pidiendo justicia social y el otro permiso de trabajo, es lo que quedó de cientos de inmigrantes que hasta la noche del miércoles no querían irse del hotel Watson en Manhattan.

La ciudad los había ubicado ahí desde que llegaron a Nueva York y muchos ya habían encontrado trabajo cerca.

Al llevárselos a la terminal de cruceros en Brooklyn, dijeron, les hicieron daño.

“Yo salí a las tres de la mañana para mi trabajo y no pude llegar. Me botaron de mi trabajo por eso, ¿ok?”, dijo un inmigrante.

La alcaldía dice que quería el hotel para albergar a familias que llegan con niños desde la frontera sur y ofrecerles un lugar seguro.

Gran parte de los hombres solteros que lo ocupaban aceptó el cambio, pero otros, alegando condiciones inhumanas en Red Hook, se negaron.

La administración del alcalde Eric Adams asegura que el refugio cuenta con condiciones para tenerlos “cómodamente”.

Pero veamos un intercambio entre un activista y un refugiado que dice pasó dos noches allí.

“Mal, mal, muy mal. El frío anoche me estaba matando!”

-¿Y tienes cobija o algo?

“Está cobijado, pero el frío entra igualito".

Por esto, al sacarlos del hotel, un grupo decidió acampar en frente. Pedían “otros hoteles” como solución.

Pero la noche del miércoles la policía los obligó a desalojar.

Y las autoridades señalan que no hubo arrestos, ni disturbios.

Activistas, por otro lado, no lo vieron así.

“Anoche quedó claro que el alcalde Adams prefiere atacar a los derechos humanos de los refugiados, en lugar de planificar una solución de vivienda real que satisfaga las necesidades de todos los neoyorquinos sin vivienda", dijo Ariadna Phillips South Bronx Mutual Aid.

La respuesta del alcalde fue la siguiente:

“Estamos agradecidos de que casi todos los hombres solteros que se alojaban en el Hotel Watson hayan elegido escucharnos y protegerse de las gélidas temperaturas de esta noche", dijo el alcalde.

De los manifestantes, unos dieron el brazo a torcer y fueron a Brooklyn, otros dice la alcaldía, se marcharon con amigos y conocidos. Si quisieran volver e irse al refugio, advierten, las puertas están abiertas.

Un vocero de la ciudad dijo a NY1 que el hotel Watson ya se está preparando para recibir las familias solicitantes de asilo. Dentro quedan artículos personales de los refugiados que pueden pasar a recoger en cualquier momento.