El refugio para solicitantes de asilo en la terminal de cruceros de Brooklyn ha generado muchos titulares en los últimos días. Por eso, un grupo de funcionarios electos decidió recorrer este miércoles las instalaciones para conocer de cerca la situación.
“No hay privacidad. Ahora mismo son casi mil personas viviendo uno encima del otro... se tiene que mejorar", dijo Antonio Reynoso, presidente del condado de Brooklyn.
"Pero la experiencia que tienen ahí adentro es una variedad de cómo la gente se siente. Algunos están felices de estar ahí, otros tienen preocupaciones", agregó Reynoso.
La ciudad comenzó a transferir a hombres solteros del Hotel Watson a este refugio durante el fin de semana.
Pero inmediatamente hubo denuncias de malas condiciones en el refugio, así como quejas de algunos de ellos sobre lo lejos que está de Manhattan.
Hablamos con un hombre que fue transferido, quien nos pidió que no divulgáramos su identidad.
“En El Watson convivían con dos personas en una habitación. La comodidad para dormir era mucho, mucho mejor”, dijo.
El inmigrante tiene 41 años y es de Venezuela. Vino solo dejando a su hijo con su madre.Y aunque reconoce que el hotel era más cómodo explica que aquí están recibiendo lo básico de lo que necesitan.
“La amabilidad bien, la comida tan bien, este lo único como le dije, el pequeño detalle, la convivencia, que estamos todos ahí”, agregó.
Tras el recorrido, los funcionarios confirmaron que el refugio dispone de calefacción, hay un poco de almacenamiento y es seguro, con algunos guardias de seguridad en el lugar en caso de cualquier incidente, que dicen que hasta ahora no ha habido.
Sin embargo, la concejal de Brooklyn Alexa Avilés considera que se puede hacer más.
“Vamos a trabajar para asegurar que las condiciones sean lo más digno posible“, dijo la concejal.
“Eso es lo que necesitamos, una mano ayuda con respecto a eso para trabajar. Esta gente que están acá se queja porque realmente no tienen un trabajo", agregó el inmigrante.
Los funcionarios electos también quieren asegurarse de que los solicitantes de asilo sean ubicados en algún lugar, donde no tengan que ser trasladados, para que tengan estabilidad.