La carrera Salsa, Blues and Shamrocks 5K (o lo que sería Salsa, Blues y Tréboles 5k en español), reunió este domingo a unos seis mil corredores entre niños, jóvenes y adultos por las calles de Washington Heights.

“Me gusta mucho porque hay un montón de latinos que también corren como los mexicanos, los Dyckman Club, son dominicanos también”, asegura Cynthia Sandoval, corredora mexicana.

Otra participante, Citlali Cervantes, manifestó:

“¡Nuestro equipo es de diversos países y eso me encanta!”

La carrera, liderada por New York Road Runners, se realiza desde 1998 con el fin de celebrar la comunidad vibrante y diversa del alto Manhattan. “Siempre tratando de mejorar cada día, la verdad, cada carrera es diferente, pero todas, todas son una sensación magnifica”, asegura Gaspar Cruz.

Los organizadores enfatizan en la importancia de introducir a los niños al deporte desde temprana edad y que el beneficio de correr no es solo físico sino también mental.

Rob Simmelkjaer, director general de la organización New York Road Runners comentó:

“Muchas personas empezaron a correr desde la pandemia porque vieron que es una excelente manera de ponerse en forma físicamente y también ayuda a mejorar la salud mental, la perspectiva, nos da esperanza, y una sensación de logro al correr una milla, tres millas, lo que sea".

Correr es una metáfora de la vida, pues hay que trabajar, atravesar obstáculos, y a veces dolor para llegar a la meta final.

Corredores en Washington Heights

“Nosotros tratamos de involucrar a los niños también, desde los chiquiticos hasta los más grandes de 2 a 18 años, tenemos tres etapas en los cuales los más pequeños que son los que están detrás de mí en este momento, están corriendo”, afirma Germán Martínez, Coordinador Eventos de Juventud New York Road Runners.

Este río de gente corrió 5 kilómetros, es decir, 3.1 millas y aunque algunos las describieron como difíciles, todos se mostraron felices de participar:

Como Alberto ‘Mr. Tico’ Ortíz, corredor mexicano:

“Es muy pesada, es uno de los 5 kilómetros más pesados de aquí de Nueva York porque es la mitad subida y la mitad bajada”.

“Aquí olvido todo, las penas, las tristezas y todo, solamente quiero correr y llegar a la meta”, añade Claudio Guaman, corredor ecuatoriano.

“Se siente una alegría bien bonita, yo disfruto, yo no vengo por el tiempo, yo vengo a disfrutar”, interviene también Flor Sánchez.

Corrieron por diversos propósitos, como mostrar la unidad, sus banderas, y visibilizar a los desaparecidos en sus países. Y un caballero hasta aprovechó para pedirle a su pareja matrimonio.