La serie de obras denominada “una historia de todos nosotros” explora varios eventos de la historia de Puerto Rico.

“Así que, visualmente tengo esta pieza aquí que representa al Viejo Griot, y entonces las demás piezas que se van a observar están relacionadas con lo que aquí esta sugerido con las fechas de eventos históricos que son bien importantes", explica El artista puertorriqueño.

Como el huracán María, que devasto a la isla en 2017, las 10 esculturas monumentales están realizadas con objetos y herramientas cotidianas encontradas tras la tormenta.

“La estructura este hecha con vestigios, con objetos que llegaron de lugares insospechados, los recogí y comencé a pensar, en la concepción que tenían los tainos, o los aborígenes de la isla sobre el huracán, y encontré un escrito que le llamaba Guamance, así que quise unir el nombre de María con Guamance, representar ese movimiento fuerte terrible, devastador.”

“Así que encontré un sistema donde puedo utilizar, lo que para muchos puede ser desechable, reciclarlo y construir imágenes que tienen que ver con situaciones que nos afectan como seres humanos o en el lado opuesto celebraciones de los que somos”, añade.

La pandemia del COVID 19 como otro evento devastador, también fue representada en esta obra llamada ambulancia.

“Por ejemplo, una cama desmantelada, apuntando a esa situación, una especie de rostro con dificultad para respirar, específicamente de las personas que habían sobrevivido al COVID, de cómo se sentían, recuerdo un señor en Long Island experimentar que se sentía como tener piedras en los pulmones”, asegura Lind Ramos.

Obra Miranda

Centinela de la luna nueva, hace referencia al manglar en la comunidad playera de Piñones, un protector contra la erosión y los efectos del cambio climático.

Mientras que esta otra llamada justamente Piñones, explora las prácticas ancestrales de las comunidades locales y tradiciones afrodescendientes de todo el caribe.

“En Loíza se confeccionan muchos platos, como la empanada de jueyes, por ejemplo, muchos platos que de alguna manera tienen que ver con la palma, así que ese árbol para mí es muy importante porque me recuerda, todos esos platos suculentos que se confeccionaban en mi comunidad, a el consumo de todos, no solamente para la familia, Puerto Rico en general y regiones antillanas.”

De alguna manera, la obra pretende también enfrentar a los residentes de Loíza, mi pueblo, y de Puerto Rico en general, a eventos que a veces desconocemos.