Funcionarios que representan a un condado suburbano a donde el alcalde de la ciudad de Nueva York pretende enviar a los migrantes en una estadía de cuatro meses en un hotel prometieron combatir el plan el lunes mediante sanciones y un estado de emergencia.

“No estamos equipados para ayudar humanamente a estas personas, lo que eventualmente tendremos que hacer”, dijo el ejecutivo del condado Rockland, Ed Day, en una conferencia de prensa en que le acompañaron el legislador federal Michael Lawler y otros funcionarios que se oponen al proyecto.

Day, un republicano, calificó el plan del alcalde Eric Adams de llevar en autobús a hasta 300 inmigrantes varones adultos solteros a hoteles en Rockland y el condado vecino, Orange, como “lo mismo que arrojar a las personas a mitad del océano que no saben nadar y decir ‘vayan a la orilla’. No puede funcionar”.

Lawler, un republicano cuyo distrito de Hudson Valley incluye el condado Rockland, dijo que se “opone con vehemencia a este plan que cambiaría el costo de la vivienda, la alimentación y la atención médica para las personas que pueden estar aquí ilegalmente en el condado Rockland y nuestros municipios”.

Adams, un demócrata, anunció el plan el viernes para trasladar a los inmigrantes en autobús a los dos condados al norte de la ciudad de forma voluntaria. Explicó que el programa ayudaría a la ciudad a atender a los más de 37.500 solicitantes de asilo bajo el cuidado de la ciudad.

Adams anunció el plan cuando las autoridades de ciudades de Estados Unidos se preparan para un aumento de migrantes que buscan asilo cuando termine una política de la era de la pandemia que permitió la expulsión de muchos de ellos. Los funcionarios anticipan que el fin de los límites de inmigración bajo el Título 42 de una ley de salud pública de 1944 significará que más migrantes intentarán cruzar la frontera sur.

Adams dijo que los migrantes enviados desde la ciudad de Nueva York a los condados Rockland y Orange recibirán alimentos, asesoramiento y otros servicios para una estadía de hasta cuatro meses en los hoteles.