La comunidad venezolana en Nueva York ha encontrado un punto de encuentro en un club de Manhattan donde una vez al mes se realiza la popular Noche de Guataca. Philip Klint habló con su fundador como parte de las celebraciones patrias de Venezuela.

Un lleno total en esta agradable noche de junio en el club Subrosa de Manhattan

El local está abarrotado de gente que ha venido a ver a la cantante y artista conceptual Ximena como parte de Noches de Guataca, un proyecto musical creado y lanzado por el empresario Ernesto Rangel, con el fin de promover la música venezolana en Nueva York. 

"La receptividad de la gente ha sido mucho mejor de lo que pensábamos. Es una ciudad con mucha competencia y hemos tenido un espacio donde ha venido no solo el público venezolano, pero ha venido el público de NY para ver que están haciendo los venezolanos en la música", dijo Ernesto Rangel. 

Rangel se ha convertido en una especie de gurú musical que ha logrado reunir a una nueva generación de músicos que trascienden géneros. 

"Se ha dedicado a producir música realmente por pasión. El ha entrado porque es fanático de la música. Y es maravilloso tener ese tipo de apoyo como músico, un apoyo sin interés", dijo Ximena, cantante. 

El proyecto nació en la década de los 90's poco después de que Rangel se mudara a Nueva York para cursar estudios de postgrado. La idea, dice Rangel, era juntar a un grupo de amigos para mantenerse conectados con la cultura y la música venezolana. 

Su vida tomó un giro inesperado luego de que regresara a Caracas para trabajar como socio en una empresa financiera. En 2010 fue arrestado en el sonado caso de Econoinvest acusado por el gobierno venezolano de contribuir a la crisis económica que azotaba entonces y aún sigue golpeando al país sudamericano.

"Fuimos a la oficina como un día cualquiera y nos formularon cargos, nos sacaron de la oficina, nos llevaron detenidos y comenzó una larga lucha para probar nuestra inocencia y trabajar para nuestra libertad", dijo Rangel.

La acusación fue retirada pero no antes de que Rangel pasara casi tres años en la cárcel. Dice que la música y el apoyo de sus amigos fue un factor que le ayudó a sobreponerse a esa difícil situación y salir de la prisión sin rencores. 

"Yo tengo que aprovechar mi tiempo en cosas positivas y construir y esa fue la decisión que tomé y yo creo que gracias a esa decisión que tomé es que yo puedo ver la vida así porque si no fuese como una tortura", dijo Rangel.

No fue hasta 2014 que el gobierno le permitió salir de Venezuela y en octubre de ese año Rangel empacó maletas y se mudó nuevamente a Nueva York. Fue entonces cuando Noches de Guataca cobró más fuerza proyectando muchos de los talentos que Rangel había encontrado en Venezuela, músicos que al igual que el decidieron buscar nuevas oportunidades en esta ciudad.

Philip Klint: ¿El enfoque es una nueva generación de músicos venezolanos, o sea músicos jóvenes? 

Ernesto Rangel: Sí, porque es ellos los que están trayendo la propuesta de vanguardia. No quiere decir que estemos enfocados hacia artistas jóvenes pero la verdad, los jóvenes son los que  traen esa propuesta.

Rangel espera que el proyecto de Guataca continúe creciendo y no solo en Nueva York. Músicos y empresarios en otras ciudades de Estados Unidos e inclusive en otros países como Francia han hablado con el sobre la posibilidad de lanzar un programa similar a fin de dar una plataforma a esta nueva generación de músicos venezolanos.